La Universidad Alberto Hurtado es una institución de carácter público y sin fines de lucro, que ofrece al país un proyecto educativo basado en la tradición y legado jesuita de 486 años. Fundada el 20 de octubre de 1997 por la Compañía de Jesús, es parte de una red de 200 instituciones de educación superior jesuitas, presentes en 65 países del mundo. La universidad se suma a la tradición de formar profesionales íntegros, bajo el rigor académico y el espíritu creativo. Debe su nombre al santo chileno, el sacerdote jesuita, abogado y doctor en educación, Alberto Hurtado Cruchaga, con el propósito de perpetuar su espíritu en el quehacer académico y universitario.
La Universidad Alberto Hurtado tiene sus cimientos en la trayectoria del Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES), que desde 1965 fue un centro de reflexión y educación de postgrados de alto nivel en América Latina y del espíritu intelectual y crítico del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), con más de 50 años aportando a las políticas públicas del país; además de la investigación del Centro Bellarmino.
En su carta fundacional la Universidad declara “emplear, en el campo de la educación superior e investigación, los principios de la pedagogía ignaciana que con espíritu abierto y crítico hace dialogar fe y cultura; promueve la justicia, forma personas libres que inspiradas en el Evangelio de Jesús y sólidamente instruida en las ciencias, se ponen el servicio de Dios y de los hombres”. El objetivo de la universidad, transversal a sus profesores, autoridades y estudiantes, es transformar la sociedad chilena con profesionales de excelencia. Para ello ofrece una formación humana e integral, con programas académicos que junto con su formación general, mallas flexibles y con enfoque práctico, proporciona minors como segunda certificación y formación complementaria.
La Universidad Alberto Hurtado nació con el principal propósito de construir un espacio académico de excelencia, sin fines de lucro, abierto, diverso, tolerante e inclusivo. En su vocación y compromiso de servicio público, la universidad decide adscribirse al sistema de gratuidad en la Educación Superior desde 2016, con el objetivo de aportar a una política educacional inclusiva que siempre ha formado parte de su misión.
Misión
“Servir a la sociedad, proyectando la tradición educacional jesuita, a nivel nacional e internacional, en el campo de las humanidades, ciencias sociales y educación por medio de una investigación, docencia y vinculación con la sociedad, promoviendo un diálogo creativo con la concepción cristiana del ser humano y del mundo y entregando una formación integral a los estudiantes”.
Visión
“Una universidad reconocida por su quehacer universitario y excelencia académica, de prestigio, referente de consulta en el área de las ciencias sociales, humanidades y educación”.